Un trabajador silencioso pero siempre presente, Darío Capello lleva varios años siendo un formador indiscutible de quienes defienden los “tres palos” de Sportivo Belgrano. Una vuelta distinta a la que está acostumbrado pero con un 2021 cargado de muchas expectativas, comentó “los arqueros llegaron con muchas ganas, mucha ansiedad, hubo que ir en forma progresiva tratando de respetar los tiempos para no producir lesiones; en el caso de los más chicos tratando de recordar un poco la parte técnica y táctica que por ahí no lo tienen incorporado”.

Con un trabajo constante desde juveniles hasta profesionales, Darío tiene una manera particular de trabajo y en ese sentido manifiesta en el proceso formativo de los arqueros, que lo más importante es respetar las etapas madurativas, es decir “no tratar de ir avanzando sobre etapas sin cumplir los objetivos primarios, que son primeramente la coordinación, aplicar la técnica, luego la táctica, que entiendan del juego y ya después de grande meterle a la parte física para lograr más velocidad, fuerza y potencia”.

Al mismo tiempo señaló “el trabajo con arqueros profesionales es muy distinto que al de juveniles, los objetivos son distintos, los tiempos son diferentes, se trabaja con mayor intensidad, teniendo en cuenta perfección, llegar bien al juego del fin de semana, corregir jugadas en especial; llegar bien en lo físico y mental, pero nunca se termina de corregir”. Y agregó “en juveniles se hace hincapié en la corrección, con otro ritmo, menos intenso, se trabajan cuestiones de posturas, técnicas para que el arquero en esta etapa de formación ya incorpore los movimientos y sea un auto reflejo”.

Formador, compañero y una pieza clave para sumar a la seguridad de los porteros de la institución, Capello considera importante la diferenciación del trabajo en arqueros profesionales y juveniles. “La formación del arquero desde temprana edad es una etapa fundamental porque absorbe lo bueno y lo malo que se le enseña, por eso es importante que el profe esté capacitado”, analizó.

Por su parte, reflexionó además que la formación en Sportivo Belgrano no termina nunca pero que “en el caso de los chicos se completa en el Plantel Profesional”. Puntualizó “lo que yo trato de lograr es formar chicos con muy buena técnica, le hago hincapié en eso; que sean arqueros inteligentes, que entiendan el juego, que manejen bien su cuerpo. Lo más importante de un arquero cuando llega a la etapa adulta es tener velocidad y potencia, eso para mí es primordial”. 

LA SATISFACCION PERSONAL DE HABERLOS ACOMPAÑADO

En la actualidad, arqueros que han pasado por las juveniles de la institución o bien, que terminaron su proceso formativo en la “verde” tienen presente en clubes de AFA; tal es el caso de Matias Borgogno arquero del equipo mayor de Vélez Sarsfield, Mateo Brunetti y Santiago Roggero con presente en la cuarta de Talleres de Córdoba y recientemente sumado Santiago Aiassa a las filas del conjunto cordobés. Así también, los arqueros del plantel profesional, Mauro Priotti y Leonardo Martina respectivamente. “Hoy Sportivo es una vidriera para llegar a cualquier club de AFA, vienen a buscar a muchos chicos y el plantel profesional le esta dando mucha importancia a juveniles. Son muchas las posibilidades que tienen los chicos”, consideró el entrenador.

En el cierre, apuntó “tengo una satisfacción enorme de haberlos acompañado pero el mérito es de ellos porque entrenan todos los días y tienen mucha capacidad para estar donde están; uno simplemente es la puerta de herramienta”.